31 oct 2012

3 momentos #fail




1-
Soy parte del Consejo Directivo del instituto en el que estudio el profesorado. Claustro Alumnos. Somos la única lista, siempre. Es Ushuaia, somos pocos, y la verdad que es re difícil lograr que la gente se comprometa a algo. Y en el consejo tomamos decisiones, junto con los otros claustros y la rectora, que son importantes. Pero el alumnado… cero interés.
Y a pesar de dejar una mailing list (donde de 300 se anotaron 3 estudiantes) y de tener una página en Facebook, la gran mayoría ni se entera de nada. Así que a la rectora y al Consejo se le ocurrió hacer una presentación de la institución, y explicar el sistema. Especialmente porque se viene un cambio en la organización y queríamos saber la opinión de los alumnos.
Una vez que terminó la presentación, me pasaron el micrófono a mí para que hable en representación del claustro. Como siempre. Yo, que estaba sentada, me paro, y al ver taaaaaanta gente, empiezo a hablar medio tembleque.
No sé bien bien que dije, pero sé que hablé de que hay que participar. Y de que es aburrido que haya una sola lista. Y que yo también tengo una vida, y laburo y estudio y hago esto, y no puedo andar paseando por las aulas contándole a todos lo que hago todo el tiempo. Y que encima estudio en el otro edificio, y estamos en la otra punta. Y que ellos tienen que moverse para enterarse también de lo que hacemos. Y que si no está el Facebook. Pero que bueno, también es responsabilidad de ellos. Y que nos deberían controlar, porque nosotros tomamos decisiones que los involucran. Y que tiene que laburar para comprometerse y enterarse de lo que pasa.
Sé que no tengo ni mucho discurso político ni pedagógico, pero sentí que estuve bastante bien.  Me senté. Y el primer comentario que me hacen mis compañeros es:
“Uh. Los cagaste a pedos.”
#fail
2.
Estaba dando una clase. Se me ocurrió meter el tema nuevo usando “tips” para sobrevivir en un recital de rock.
Salió el tema de que en el campo uno está apretujado y el aire un poco viciado, y como que tenés que cabecear para respirar aire fresco. Y encima la gente fuma y se hace peor.
Y ahí vino la pregunta. Una de mis alumnas, la que está en la onda “reggae” con dreadlocks y toda la bola, me dice “Teacher, ¿vos fumaste alguna vez?”
Por diez segundos mi cerebro buscó y buscó una salida de esas en las que quedás re bien parado. No la encontró, por supuesto. No le quería mentir, pero tampoco tener una horda de padres que me vengan a buscar con antorchas. Así que dije (en español):
“De adolescente he hecho muchas cosas. He salido, he tomado…. Es normal. Pero es sólo una etapa. Cuando llegás a los treinta-”
“Ahh, ¡fumaaasteeeee!”
#fail
3.
Es Halloween. Estoy en casa y escucho voces de niños cerca. No tengo un mango, no tengo dulces, no tengo ni comida para repartir. Pienso en no abrirles la puerta. ¡Maldición! No puedo hacerme la que no hay nadie, están todas las luces encendidas.
Me tocan el timbre. Entro en pánico, pienso rápido. Mi cerebro busca soluciones. No las encuentra. Ya me tiene harta con no encontrar soluciones. Abro. Los pibes, re chiquitos, todos disfrazados, me gritan algo que es la traducción de “trick or treat” pero ni escucho porque mi cerebro sigue pensando. Ya creo que hace ruido de motor viejo, no se me cae una idea ni bailando.
Les digo “dejenmé que vea si tengo algo, chiquis, no tengo nada me parece”, con voz de maestra pedorra. Los pibes YA me odian. Veo que mi vecino, que tiene la puerta enfrentada a la mía, está rodeado de media docena de pibitos también pidiéndole cosas. Y él los trata de calmar, y están como locos.
Entro, busco, y de pedo encuentro en una cartera unos caramelitos que me dieron de vuelto. Cinco mugrientos caramelitos. Les doy uno a cada uno metiendo la mano en la bolsa para que no vean lo miserable que soy.
Los que están con mi vecino están re exaltados. Pienso que él estaba re preparado, y me siento un fracaso mal. No tengo pibes, pero soy maestra. Nah puede ser. Y el vive solo, toca el piano y encima los pibes lo aman. ¿Qué onda?
Me mira una de las que estaba con él, y me dice “¡Me dieron plataaaaaa!”, mientras flamea un billete de dos pesos.
#fail

4 comentarios :

Araceli dijo...

ajajaja te re veo cagando a pedos a todos lo de la 22 ajajaja

Richard dijo...

jajaja que bueno! me hiciste reir mucho! Animo! :)

Martín dijo...

Me reí con sus fail.
Digo, con su post.
Bueno, si, con sus fail.

Unknown dijo...

Sí, son fails. Llamemoslo por su nombre. Gracias pibes!